Descripción
La textura es muy pronunciada, lo que sugiere el uso de técnicas de impasto, donde la pintura se aplica en la superficie de manera gruesa, generalmente lo suficientemente espesa como para que los trazos del pincel o la espátula sean visibles. Hay un patrón de cuadrícula que domina la composición, recordando a los cristales de una ventana o una estructura de enrejado.
Dentro de esta cuadrícula, se produce una especie de ruptura o efecto de explosión, donde las líneas se quiebran y las texturas se vuelven más caóticas y menos uniformes. Esta interrupción central podría simbolizar una ruptura con el orden o una intrusión en el espacio estructurado.
El interés de la obra radica en su profundidad textural y en el contraste entre el orden (la cuadrícula) y el caos (el área interrumpida). Invita a los espectadores a reflexionar sobre temas como la destrucción dentro de la formalidad o quizás el poder de la naturaleza sobre las construcciones humanas. La falta de color enfoca la atención en la forma y la textura, que están ricamente desarrolladas y sugieren un movimiento congelado en el tiempo.





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