Descripción
La composición está dominada por trazos dinámicos y gestuales que crean una sensación de movimiento y profundidad. Las marcas varían en intensidad y grosor, sugiriendo capas y el juego de luz y sombra. Hay áreas dentro de la obra donde las líneas convergen en grupos más densos, mientras que otras áreas son más dispersas, permitiendo que el blanco del papel se muestre. Este contraste crea un ritmo en la superficie del dibujo.
La obra de arte no representa formas o sujetos reconocibles, lo que invita a los espectadores a interpretarla libremente y a interactuar con ella a nivel emocional o intelectual. La ausencia de color centra la atención en la textura, la calidad de la línea y las variaciones tonales.





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